ESTE FRAGMENTO célebre de Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll, viene que ni pintado para la cuestión catalana:
—Cuando yo uso una palabra —insistió Humpty-Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso—, quiere decir lo que yo quiera que diga… ni más ni menos.
—La cuestión —insistió Alicia— es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
—La cuestión —zanjó Humpty-Dumpty— es saber quién es el que manda… eso es todo.
Los intelectuales de cinco tenedores, los mismos que escriben en los medios que mandan, están forzando tanto la relación que existe entre las palabras y sus significados para hacernos creer que un referéndum en Catalunya es un ejemplo de autoritarismo, que las palabras están perdiendo su valor y está surgiendo un descrédito general del pensamiento, lo que me hace preguntar nuevamente, imitando a Adorno: ¿se puede seguir pensando en España después del caso Catalunya?