TANTO EL catalanismo como el españolismo son meros estados sentimentales que anidan en lo peor y más oscuro del inconsciente, pero que tratan de racionalizarse para hacerse presentables. No es que mientan, sino que se mienten para no aparecer ante sí mismos como lo que en realidad son. Unos dicen “república catalana y mayoría social de izquierdas” y otros “patriotismo constitucional”; unos dicen “catalanismo cosmopolita” y otros “respeto a la ley”, pero no debemos dejar que nos engañen: se trata en los dos casos de simple, claro y mostrenco nacionalismo.