MI IDENTIDAD es un caos semoviente de docenas de elementos de diversos grados y pesos: cuando veo que alguien soluciona su identidad diciendo “soy catalán” o “soy español”, me pregunto cuál es la razón que le ha llevado a renunciar a su complejidad de esa manera. ¿Es la comodidad? ¿Es el ansia de conflicto? ¿El miedo a estar solo?