PATRIA GRANDE vs patria chica. Camilo José Cela se cabreaba con los que se tiraban el folio de patriotas sin apenas conocer España. “Yo soy de los pocos que puede presumir de español –decÃa–, porque yo he dormido al menos una noche en cada una de sus cincuenta capitales de provincia”. Pero este hombre español y españolista, al que debemos sus apuntes carpetovetónicos y algunos de los mejores libros de viajes que se han escrito sobre el territorio nacional, cuando fue a morir y los periodistas registraron sus últimas palabras, resultó que no tuvo un recuerdo para España ni tampoco para su querida Galicia, sino que al modo del Rosebud orsonwellesco, sorprendió gritando tres palabras en las que celebraba su pueblo de la niñez: “¡Viva Iria Flavia!”.