LOS DE Repsol me estafan 31 euros por dos bombonas de butano y los de Iberdrola me timan casi cien euros al mes por la factura de la luz. Que si la mayorÃa son impuestos que si blablabla. Vuelvo a reafirmarme en que la relación de un ciudadano con su estado debe ser tan frÃa y aséptica como la que mantenemos con cualquier entidad comercial, susceptible de que nos devuelva el dinero en el caso de que el producto que le hemos comprado no nos satisfaga. ¿Por qué tengo que pagar más de doscientos euros mensuales en impuestos indirectos si soy ochocientoseurista y el estado no me devuelve servicios de ese valor? Eso no tiene ningún sentido. ¡Un estado que ha implantado el comunismo para ricos, que salva a los ricos cuando se hunden, y en cambio sangra a impuestos a las clases bajas! Se entiende que les interese tanto que los ciudadanos mantengan una vinculación emocional con el estado, porque saben lo poco que podrán robar cuando ya no les funcione la majaderÃa de las banderolas, los himnos y el qué-orgullosos-estamos-de-haber-nacido-aquÃ.