EL PAÍS habla de una de las últimas desahuciadas, Ibtissam, que ha suspendido dos veces el examen para obtener la nacionalidad española. ¿Qué preguntas le hacían a Ibtissam en esos exámenes? Lo responde ella misma, el subrayado es mío:
“¿En qué consisten la tortilla de patatas, el cocido madrileño y la paella valenciana?”; “¿qué es Adif?”; “cita a tres escritores españoles de posguerra y tres novelas que hayas leído”; “nombre del director general de la Policía”; “yacimientos arqueológicos de España”; “¿sabe quién es el secretario general de Podemos?”, o “¿quién es Bárcenas?”.
Qué asco me da todo esto. Los escritores españoles, ¡utilizados para joder vidas! El folclore español, la cocina patria, la historia de España, ¡utilizados para denegar derechos! Cuando todos sabemos que nadie vive en el rebaño España, como tampoco nadie vive en el rebaño Euskadi o en el rebaño Catalunya, vivimos a lo sumo en unos kilómetros cuadrados rodeados de cien o doscientas personas, ese es nuestro país y no esos Burger King territoriales. ¡Para vivir y tener derechos no es imprescindible saber quién fue Azorín, quién fue Juana la Loca o qué pasó en la batalla de Guadalete! ¡El estado-nación es una organización ombliguista y adoctrinadora que va contra la gente, cuyo fundamento va en contra de!