CUANDO ME preguntan por qué ataco tanto al estado-nación, respondo preguntando por los nombres del presidente o el primer ministro de Portugal:

–¿Cómo?
–Que quién es el presidente o el primer ministro de Portugal.
–Ahora mismo no lo sé.
–Pues en eso consiste un estado-nación.

Todavía en el siglo XVI y XVII había escritores lusos que escribían indistintamente en portugués y español. Tres siglos de ordenamiento jurídico nosotrista después, lo ignoramos casi todo de una nación que, hasta la batalla de Aljubarrota e incluso después, tenía una historia casi idéntica a la de España. ¡Muchas gracias, estado-nación!