DICE NIETZSCHE en el aforismo 109 de El caminante y su sombra, el subrayado es mÃo:
El tesoro de la prosa alemana.—Al margen de las Obras de Goethe, y especialmente de sus Conversaciones con Eckermann, el mejor libro alemán que existe, ¿qué queda en suma de la literatura alemana en prosa que merezca leerse una y otra vez? Los Aforismos de Lichtenberg, el primer libro de Historia de mi vida de Jung-Stilling, El Veranillo de Adalberto Stifter, Gente de Seldwyla de Gottfried Keller y pare usted de contar.
Asà empiezan muchos de los grandes destinos en la escritura: con el desprecio del nosotros pequeño, que abarca el 1%, y el abrazo y apropiación del nosotros grande, que abarca el 99% de las letras.