ME PREGUNTÉ pregunté ayer qué habría hecho yo si Rusia hubiera invadido España. Y no dudé un segundo en responderme que yo a España no la defiendo jamás, aunque la ataquen los más nazis de entre los nazis, hasta ahí podríamos llegar. ¡Cuando perdáis la libertad acordaos del Tarajal, la valla de Melilla y los presos que teníais en el CIEs de Aluche! Y ya ni te digo si hubiera que defender la parte que se llama Euskadi: ¡No es mi problema, que os defienda el espíritu de Sabino Arana y el árbol de Gernika, ahí os quedáis! Otra cosa es que un vecino me pidiera ayuda, o comida, o algo: eso es muy distinto. A una persona sí estoy dispuesto a ayudarla, aunque sea más facha que don Pelayo y luzca en el balcón una bandera de siete metros, siempre en mi línea de personas sí, grupos no.