EL FUNDAMENTO imbecilista del nosotrismo, que reside en que el 0’6% de la población del planeta tiene que ser para ti más importante que el 99’4% restante, brilla con triste esplendor en el caso de las vacunas. Que para la salud de un europeo es más beneficioso que el africano se vacune por primera vez antes de que él se vacune por tercera, eso no lo digo yo: eso lo dice el sentido común. Mientras exista más de un 60% de la población mundial sin la pauta completa, como ahora, con el virus campando a sus anchas y creando nuevas variantes, los europeos están amenazados, pues las vacunas son menos eficaces contra las variantes nuevas. Pues bien: trata de explicar esto y verás que no es tan fácil, un nosotrista nunca piensa, lo propio del nosotrismo es que rechaza el pensamiento, al punto de que toma decisiones que le perjudican. ¡Hala, a vacunarse todos por tercera vez, y por cuarta, y por quinta, a ver si os ahogáis de vacunas mientras se incuba la variante DEFINITIVA!