RELEYENDO LOS Crímenes ejemplares de Max Aub, descubro de nuevo este crimen, "Lo maté porque era de Vinaroz", que me podría servir de título perfecto a un libro futuro, aquel que recoja todas las frases universales sobre el nosotrismo que he venido publicando en este blog. Lo maté porque era de Vinaroz, por cierto, contiene solo seis palabras, una menos que Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, de Augusto Monterroso.